John Jochimsen trabajó como fotoperiodista durante 50 años, dedicado a las crónicas de las principales noticias de la historia diaria.
Su libro “A través de la lente de un fotoperiodista” contiene más de 100 de sus más fascinantes fotografías y es un gran testimonio de la era pre-digital del fotoperiodismo.
Jochimsen fotografió innumerables líderes mundiales y miembros de la realeza, como los primeros ministros soviéticos Khrushnev y Bulganin, y los presidentes norteamericanos Jimmy Carter y Ronald Regan.
Sin embargo la imagen que adorna su propia sala de estar es la de Wiston Churchill despidiendo a Haile Selassie en los escalones del Número 10 de Downing Street en 1954.
La actitud de Churchill es lo que hace que la imagen sea tan cautivante; la cabeza inclinada en deferencia al Emperador de Etiopía.
Su libro “A través de la lente de un fotoperiodista” contiene más de 100 de sus más fascinantes fotografías y es un gran testimonio de la era pre-digital del fotoperiodismo.
Jochimsen fotografió innumerables líderes mundiales y miembros de la realeza, como los primeros ministros soviéticos Khrushnev y Bulganin, y los presidentes norteamericanos Jimmy Carter y Ronald Regan.
Sin embargo la imagen que adorna su propia sala de estar es la de Wiston Churchill despidiendo a Haile Selassie en los escalones del Número 10 de Downing Street en 1954.
La actitud de Churchill es lo que hace que la imagen sea tan cautivante; la cabeza inclinada en deferencia al Emperador de Etiopía.
Haile Selassie y Winston Churchill |
“Cuando tomé la foto, sólo tomé la foto, sólo eso”, dice Jochimsen, quien también acompañó al monarca africano durante una gira de tres semanas por Gran Bretania.
"Fue sólo cuando la vi más tarde que me di cuenta de la postura en que estaba Churchill - pero, por supuesto, si se mira de cerca el cigarro todavía estaba allí en su mano izquierda."
"Churchill está sin duda en reverencia y Haile Selassie de pie, tan alto", destaca el fotógrafo.
John Jochimsen ha sido bendecido con los recuerdos de una carrera que adora, y que aún le deslumbra.
"Me encanta", dice reflexionando sobre la posición de privilegio que mantuvo capturando momentos en el tiempo que más de 50 años después proporcionan ventanas esclarecedoras y fascinantes en la historia social, política e industrial del siglo XX después de la guerra.