viernes, 19 de diciembre de 2014

Sankara Thomas y Burkina Faso

Hon Capitán Thomas Sankara
Thomas Sankara
La patria de hombres íntegros

Un líder joven y dinámico preparado para poner sus ideas y trabajo al servicio de sus conciudadanos.


Nació el 21 de diciembre de 1941, y los 34 años se convirtió en el presidente del Alto Volta, su país, uno de los más pobres del mundo que rebautizó como Burkina Faso.


Thomas Sankara fue atacado por aquellos, que tanto en el sur como en el norte, se beneficiaron del subdesarrollo de África. Su colaborador más cercano, Blaise Compaoré le traicionó con el apoyo de fuerzas extranjeras.




Colonia y revolución

En los principios de los años ´80 el Alto Volta era parte de las antiguas colonias francesas del África occidental. Sin acceso al mar, limitando al norte con el desierto, el país estaba afectado por la pobreza.

El nivel de vida de sus habitantes era muy precario. Visto como una reserva de mano de obra barata eran invitados a trabajar en el país vecino, Costa de Marfil, una región con recursos, explotada por los franceses.

Por culpa de una serie de líderes corruptos e incompetentes, el Alto Volta no se ha desarrollado para nada desde que consiguió la independencia en 1960.

En contraste con muchos líderes africanos que explotaban los recursos de sus propios países en beneficio propio, Sankara tomó una serie de decisiones a la vanguardia del continente. Su primera medida fue eliminar las estructuras de poder de toda injusticia social: reduce el salario de los ministros y cargos públicos empezando por el suyo propio. De ahora en adelante, los funcionarios públicos no conducirán más caros Mercedes Benz, sino coches más baratos como el Renault 5. No se mantiene ni un solo privilegio de los cargos del gobierno.

El periodista y escritor Jean-Hubert Bazie explica estas medidas: “Todos los ministros debían viajar en clase económica. Thomas dijo: ’Tanto si vas en primera clase como en clase económica, cuando el avión aterriza, todos aterrizamos juntos. Cuando despega, despegamos todos juntos. Por lo que no es necesario gastar el dinero de los contribuyentes para tener el lujo de beber champagne en primera clase.’


Sankara franqueado por Robert Mugabe
Un nuevo hombre; un nuevo nombre


- ¿Por qué Burkina Faso? ¿Por qué quiso cambiar el nombre del Alto Volta?
- Simplemente porque aquel nombre, Alto Volta, jamás ha significado nada para nadie, en especial para nosotros los burkinabé. La única cosa que aquel nombre nos traía a la mente era nuestro pasado colonial. En cambio, Burkina Faso es parte de nuestras tradiciones, y tiene un significado preciso en nuestro idioma.
- ¿Qué cosa significa?
- La patria de hombres íntegros. En Berlín demarcaron fronteras arbitrarias, ignorando que así dividían las familias, etnias y grupos socio-culturales. A pesar de todo principio, ese grupo de personas ha decidido por la vida y por el futuro de millones de seres humanos que vivían en su tierra, con su cultura, con sus ritmos de evolución naturales.

Las medidas llevadas a cabo por Shankara cambiaron el rostro del país. Con el objetivo de crear un estado más justo empieza un programa drástico para prohibir sindicatos y partidos de la oposición. Pone fin al impuesto colonial y sacude los cimientos del poder feudal de los jefes tradicionales sobre los granjeros.

Sankara educa a su gente a través de eslóganes políticos y les da la oportunidad de participar en la creación de su propio país. Para perpetuar las ideas revolucionarias los jóvenes son educados en el Movimiento de los Pioneros. Los pioneros eran la base del sistema revolucionario.

Jonas Sawadogo, integrante del movimiento en los días de Sankara, recuerda: ‘Eran jóvenes menores de 12 años y tenían que ser entrenados ideológica y políticamente tan jóvenes como fuese posible para que cuando creciesen estuviesen en contra de ideas negativas, como la avaricia, el egoísmo y el egocentrismo. Tenían que ser los participantes más puros de la revolución.’

En palabras del propio Shankara: “La Revolución es Victoria. El fracaso es de los reaccionarios y de los contra-revolucionarios.”


Los boinas rojas burquinabeses
El reportero Jean Ziegler comparte sus impresiones de esos tiempos: “Siempre pensé que todos esos boina rojas que se veían en Ouagadougu, ciudad capital de Burkina Faso, eran un poco ridículos."

"Y una vez me atreví a decirle: ‘Hay demasiados soldados aquí. Esto no es bueno, quiero decir, esto no es lo que queremos ver en una sociedad progresista que está llevando un mensaje tan maravilloso como el tuyo’. Él se rió y dijo: ‘Bueno, a nosotros simplemente nos gusta’."

"Por lo tanto, se entiende que era parte del juego. Porque él no era un soldado imbécil que creía en la violencia, en la disciplina o en esas ideas basura. Fue por circunstancias de la época.”

Desde su comienzo en la escuela militar Thomas Sankara ya tenía una idea bien formada de cómo ser un buen soldado:
 “Cuando llevas armas que escupen fuego y muerte, y cuando puedes recibir órdenes en posición de firme frente a una bandera sin saber a quién se beneficiará con esa orden o esa arma,  te conviertes en un criminal en potencia que simplemente esperas a propagar el terror a tu alrededor."

"¿Cuántos soldados hay en tal y tal país llevando dolor y desolación sin siquiera entender que están luchando contra mujeres y hombres que pelean por las mismas ideas que las suyas propias, si es que las tienen?
Hijos de trabajadores que ven a sus padres ir a la huelga en contra de regímenes reaccionarios aceptando luchar para los líderes reaccionarios tan pronto como se enrolan en el ejército.
Por lo que un soldado sin formación política o ideológica es un criminal en potencia.”



La mujer en Burkina Faso

En 1984, tras un año de reformas estructurales, la revolución cultural está en camino. África ha dejado de ser indiferente hacia Sankara. Él va más allá y cuestiona la sociedad africana en la cual el hombre ha dominado a la mujer.

Sankara modificó el orden de las cosas. Las mujeres fueron protagonistas, y asumieron por méritos, y no por apariencia física, puestos de poder verdadero. En su gobierno aparecieron, por primera veces en África, las mujeres ministros.

“Esto significa que debemos dar un trabajo a cada mujer de este país. Debemos dar a cada mujer los medios para llevar una vida honesta y decente!”, Sankara habla a su pueblo causando una gran conmoción al ser uno de los primeros jefes de Estado en defender los derechos de las mujeres.

Thomas Sankara dialoga en terreno informal con la juventud sobre este y otros temas:

- ¿En qué es visible la liberación de las mujeres en la escuela?
- En este aspecto, también nos tenemos que deshacer de prácticas feudales. La educación tradicional sostiene que el chico está siempre por encima de la chica. Especialmente en la escuela cuando las niñas quedan embarazadas, las escuelas las expulsan. ¿No?  Son simplemente excluidas. Pero nadie se interesa en saber si el otro responsable del embarazo está o no en la misma clase. Pero incluso si es así, el niño permanece en la escuela. Por lo tanto los niños pueden provocar tantos embarazos como quieran. Pueden empezar a tener hijos desde sexto grado. Pero las niñas, si se quedan embarazadas, son expulsadas.”

Gervais Ouedraogo, estudiante durante la revolución relata: “Había realmente una política, o al menos una intención de llevar a cabo políticas, que aumentaran los derechos de las mujeres al nivel de ser humano en la sociedad tradicional de Burkina Faso, para romper con prácticas como los matrimonios forzados, ablación y el hecho de que los hombres tuviesen el poder sobre sus familias. Todo eso fue examinado y se luchó contra prácticas realmente retrogradas.”

La maestra de escuela primaria Lydia Traore reflexiona sobre este tema: “Es gracias a la revolución que las mujeres empezaron a tomar parte en actividades políticas junto a los hombres. Muchas mujeres se unieron al ejército cuando se les ofreció formación militar. Fueron capaces de llevar a cabo las mismas tareas que los hombres, manipular armas, marchar y llevar los mismos uniformes.”

Por su parte la periodista Marie Roger Biloa menciona: “Creo que fue el primer jefe de Estado africano que tuvo a mujeres en puestos que no fuesen ministerios para cosas de mujeres. Él siempre encontraba mujeres extremadamente competentes, sabía donde buscarlas.”

Lydia Traore continúa su reflexión: “En ocasión del 8 de marzo, el Día de la mujer, Thomas dijo que las cosas debían ser al revés. Era el Día de la Mujer, así que en vez de ir al mercado se iban a quedar en casa y los hombres tendrían que hacer las compras. Lo hicieron, los vimos comprar tomates y condimentos, y todos los productos necesarios para la comida del día. Fue grandioso. Nos reímos y los hombres también lo disfrutaron. Tenían que conocer los precios de las cosas.”

Las mujeres fueron el gran motor del cambio en Burkina Faso, un cambio radical en todos los ámbitos.


Cuidando la salud

Contrariamente a los jefes de estado que nunca cumplían sus promesas, Sankara se pone a trabajar. Se llevan adelante varios programas para sacar al país de los problemas. Alimentar, dar hogar y cuidados médicos son sus prioridades.

Era una época dónde todo tipo de enfermedades afectaban a los africanos. Sankara lanza una gran campaña de vacunación para erradicar la polio y la meningitis. 2 millones y medio de personas son vacunadas en una semana. Impresionada por esta exitosa operación la Organización Mundial de la Salud felicita a Thomas Sankara.

Con el mismo espíritu Thomas Sankara establece actividades deportivas de masas instando a cada habitante a realizar algún deporte una vez a la semana. Con Blaise Compaoré como número dos del régimen dio el ejemplo. Ambos participaban en deportes colectivos con el ejército, con empleados del servicios públicos o en una simple aldea. Una mente sana en un cuerpo sano.



Medio ambiente revolucionario


A mediados de los años ´80 África estaba saliendo de una de las épocas más sangrientas de su historia.

Con el apoyo de los burkinabeses, la gente de Burkina, Sankara inicia una serie de obras a gran escala a lo largo de todo el país.

Sankara es el primer presidente en lanzar una campaña en contra de la desertificación. Junto a sus ciudadanos, organiza la plantación de varios millones de árboles por primera vez en el continente.

Una vez más Thomas Sankara responde frente a la prensa:

- Usted afirma que la lucha contra la desertificación es una batalla contra el imperialismo.


- Sí, la lucha contra la desertificación es una de las primeras batallas contra el imperialismo. Visto que todos saben que este oscuro poder mundial, edificado en la explotación de los seres humanos, tampoco ha tenido reparo en la explotación brutal del ambiente y los bosques directa o indirectamente.

Pierre Ouedraogo, encargado del Comité Revolucionario para la Defensa explica: “Thomas Sankara estaba muy preocupado por los problemas medioambientales y tomó varias medidas para luchar contra la desertificación."

"Un ejemplo es la operación ‘Una aldea, un bosque’. El objetivo era animar a la gente joven de cada aldea a plantar un bosque para frenar el proceso de desertificación. Se hizo para alentar la re-forestación en todo lugar posible, para reducir los efectos dañinos y en general para desarrollar la conciencia social sobre la protección del medio ambiente.”



Comunicaciones y transporte

En las áreas urbanas, Thomas Sankara lanza un programa de construcción de viviendas públicas y rehabilita otras zonas de las ciudades.

Pero las zonas rurales no debían ser olvidadas. Aunque siempre es difícil viajar donde los pueblos rurales están aislados, Sankara conecta todas las regiones del país gracias a una extensa red de carreteras y trenes.

Emprende lo que llama La batalla de las vías. Planifica una red de ferrocarriles de carga que conectaría Ouagadougu con la mina de manganeso, varios kilómetros al norte. Es un proyecto gigante y la ayuda financiera extranjera está lejos de llegar. Para Sankara es una oportunidad para que los burkinabeses puedan trabajar. Ahora no hay cabida en dejar a empresas extrajeras la construcción del país.

“Por aquel entonces no había dinero ¿qué hicimos? Teníamos nuestras propias manos. Todo el conjunto de la población participó y así construímos las vías, con sus propias manos, y es así como hicimos varios kilómetros”, enfatiza Jonas Sawadogo.


Soberanía alimenticia

Sankara está convencido de que explotar sus propios recursos debía ser una prioridad para evitar depender de las importaciones.

“El proyecto de Sankara es esencialmente dar más poder a la economía de Burkina Faso. Así que le enseñó a sus ciudadanos y a todo el pueblo africano a comprar y usar bienes productivos localmente”, subraya la periodista Marie Roger Biloa.

Las fórmulas neoliberales propuestas por los círculos financieros y los organizamos internacionales, como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, habían llevado, con la liberalización de los mercados agrícolas, a muchos países a la pérdida de autosuficiencia y soberanía alimentaria, sustituida en forma de ayuda en caso de necesidad.

El joven presidente de Burkina Faso había comprendido muy bien que nuevas y despiadadas formas de esclavitud se escondían detrás de la estrategia de la caridad. En pocos años Burkina Faso multiplicó su producción alimentaria, recuperando gran parte de su soberanía en el campo.

En el encuentro de la Organización de la Unión Africana en Addis Abeba, Thomas Sankara declara frente a los Jefes de Estado allí reunidos:

“Nuestro país produce suficiente para alimentarnos a todos. Podemos, incluso, producir más de lo que necesitamos. Desgraciadamente, por falta de organización, tenemos que seguir mendigando ayuda alimentaria"

"Este tipo de ayuda es contraproducente y nos ha tenido creyendo que sólo podemos ser mendigos que necesitan ayuda. Debemos apartarnos de ese tipo de ayuda y conseguir producir más. Debemos producir más porque el que te alimenta, normalmente impone su voluntad sobre ti. Consumamos lo que podamos controlar"

"Hay gente que me pregunta: ¿dónde está el imperialismo? Simplemente mira en el plato cuando comes. El maíz, el arroz o el mijo importados son el imperialismo, no hay necesidad de ir más lejos; no hace falta mirar más lejos"

Jean Ziegler aporta datos de las cosechas: “1700 Kg de trigo por hectárea es la media de la región del Sahel en África. En 1986 Burkina Faso estaba ya produciendo más de 3800 Kg de trigo por hectárea."

"Consecuentemente, se puede decir que en África una reforma agraria, que incluya una transferencia de la propiedad, que haga que los terratenientes tradicionales pierdan su poder y sus ventajas fiscales, además de un programa de irrigación y fertilización, puede tener éxito."

"Él hizo que Burkina Faso, en cuatro años, alcanzase la autosuficiencia. Lo que es excepcional y destacable."


Vestir Negro

Thomas Sankara no hablaba como europeo, y ciertamente no vestía como europeo, sobre todo si algunas cosas debían importarlas, aumentando así deudas a otras deudas, y Burkina Faso era un gran productor de algodón.

Pero en la lógica del intercambio desigual, esta materia prima se enviaba, a cambio de muy poco dinero, hacia occidente, que lo transformaba en vestimenta y moda, exportándolos después a un alto precio a todo el mundo, incluida África.

Sankara continúa su diálogo franco y directo con la juventud:

- Puedo ver un camarada por aquí. ¿Dónde está el delegado?  Ven aquí. Fíjate que estás llevando publicidad de Levi´s. Bien, y los blue jeans (vaqueros) de allí están bien hechos, sí. Son Levi´s. Pero es americano, está hecho en San Francisco¿Así que, qué vamos a hacer? 
Tú, el de allí que preguntó: ¿ves Harvard?. ¿Pero, qué significa? No crees que aquí tenemos tejedores capaces de hacer lo mismo?

Para impulsar la producción local de algodón, lanza el Faso Danzani, una prenda tradicional que todo funcionario público debía llevar.

Gervais Ouedraogo deja al descubierto la hipocresía de los funcionarios públicos: “Estaba esta política que exigía que todo funcionario público debía consumir productos de Burkina. Y que la gente debía llevar ropa hecha con algodón local y teñida por artesanos locales, tejida por artesanos locales y cosida por artesanos locales."

"Lo que pasó es que la mayoría de la gente iba al trabajo con ropas occidentales, pero llevaba su conjunto tradicional en un bolso; porque era bien sabido que Thomas Sankara hacía visitas sorpresa a los ministerios y a las oficinas públicas. Y cuando escuchaban que Sankara estaba viniendo, todo el mundo se ponía el conjunto tradicional rápidamente. Y es por eso que esta ropa pasó a conocerse como ’Viene Sankara’.”


El hermano menor de África

Para muchos africanos un presidente tan joven e innovador daba esperanza a todo el continente. Las ideas de Thomas Sankara llegan al extranjero.

Se hace amigo de John Jerry Rawlings, el presidente revolucionario de la vecina Ghana, que compartía su visión sobre el futuro de África.

“Era una persona muy impaciente, pero es entendible. Porque cuando vives en el grado de pobreza, el grado de hambre en el que vive nuestra gente, no te puedes permitir ser paciente. Porque la gente no puede beber agua potable, la gente está hambrienta, etc. Así que tiene toda justificación para ser impaciente”, dice Rawlings al retratarlo.

En 1983, con Sankara recientemente en el poder, la conferencia Vitel en Francia llama a una reunión del presidente François Mitterrand con otros jefes de estado africanos, la mayoría de los cuales vivieron el proceso de descolonización de mediados de los años ´60. Algunos amenazados por su propia gente, que empieza a apoyar las ideas de la revolución de Burkina Faso, como Félix Houphouet-Boigny, presidente de Costa de Marfil y una marioneta de Francia.

La mayoría de los jefes de Estado presentes en Vitel han estado en el poder durante años y mantienen los lazos con la antigua potencia colonial.

Sankara dialoga con la prensa sobre este tema:
- La política africana en Francia es muy francesa.
- ¿Qué quiere decir?
- Que se asemeja a otras políticas francesas. En el pasado, Francia estaba presente en tal y tal país africano para mantener un líder particular, un rey o para quitar a otro y echarlo. Francia sigue actuando de esa manera hoy en día.

Para Sankara, Vitel es una oportunidad para desafiar estas relaciones, que para él son un conjunto de prácticas coloniales.
Jean-Hubert Bazie, periodista y escritor dice: “Vitel sirvió para reunir a ministros y vasallos alrededor del rey. Se hizo para recordar a todos los jefes de Estado africanos que tenían que entrar en el juego y respetar las reglas del escenario político.

Estaban las famosas redes de trabajo, la Red Foccart, esta, esa y la otra, además de subredes, etc. Los jefes de Estado podían ser puestos o depuestos. Se podían empezar huelgas para hacerlos caer.
Mientras que del 50% al 60% de los presupuestos de los estados africanos fuera sostenido por la antigua metrópolis hacía que fueran realmente dependientes tanto política como económicamente.”

En su participación en la cumbre François Mitterrand se dirige a los presentes: “Creo que más o menos les conozco a todos. Se cuáles son sus ideales y sus ideologías, quienes son vuestros aliados, vuestros amigos. Y tenéis el derecho de tener una visión distinta del mundo. Pero os digo que, y esta es sólo mi opinión personal,  ningún tipo de conflicto en el mundo debe convertirse en un elemento más para continuar con la crisis Este-Oeste.”

La dificultades que tenian que superar los Estados africanos que luchaban por mantener su soberanía son nombradas por J.J. Rawling: “La desintegración, la vulcanización del continente creó una rara y compleja situación para nosotros. Nos encontramos en un fuego cruzado entre el Este y el Oeste, en una situación muy compleja que hizo muy difícil para nosotros incluso ser africanos. Sabes, tu supervivencia depende de tu alianza con el Este o el Oeste, y cosas como esas, pero no en tu africanidad.”

Julia Featier, reportera de La Croix Magazine le pregunta a Sankara:

-Me gustaría saber qué estaba buscando en Moscú y Cuba últimamente, porque este tipo de viajes plantea preguntas en Francia, así como en su país vecino, Costa de Marfil.

- Bien, he estado en Moscú y en Cuba, así como en otros lugares también, porque tenemos relaciones excelentes con esos países. Tenemos proyectos que son extremadamente importantes para nuestro desarrollo. Estamos buscando socios. Si un país más cercano nos hace ofertas no veo ningún problema, nos evitaríamos un largo viaje a Moscú. Nadie me ha hecho una oferta que haya rechazado, no lo creo. Echo de menos el Concorde (avión francés). Hay gente que tiene más medios de los que yo tengo.

Jean-Hubert Baizie percibe el carácter del vinculo de Sankara y los demás Jefes de Estado africanos al afirmar que “cuando Thomas se reunió con otros jefes de Estado africanos, él no se consideraba un Dios, ni consideraba que ellos fuesen Dios. Él aligeraba las cosas, calmaba el ambiente. Aceptó ser el hermano más pequeño, lo que significaba que podía decir lo que quisiese. Y decir las cosas que los demás no estaban acostumbrados a escuchar.”

En la reunión de la OUA, la Organización de la Unión Africana, Thomas Sankara desafía al resto de los jefes de Estado. Habla de la famosa deuda externa y del drástico aumento de las tasas de interés que concernía a todos los países del tercer mundo. Acusa a todos los líderes que están perjudicando a su pueblo mientras se hacen cada vez más ricos en nombre del antiguo sistema de dominación Norte-Sur.

"Me gustaría que esta conferencia claramente declare que no podemos pagar la deuda. No con espíritu bélico, sino para evitar ser asesinados individualmente. Si Burkina Faso es la única en negarse a pagar la deuda yo no estaré en la próxima conferencia."

"Cuando decimos que no debemos pagar esa deuda no estamos negando nuestra responsabilidad o incumpliendo nuestra palabra. Es sólo que no tenemos los mismos principios morales que los otros. Entre los ricos y los pobres no puede haber la misma moral. La Biblia y el Corán no pueden servir a aquellos que explotan a la gente y a los explotados de la misma manera. Deberíamos tener dos ediciones de la Biblia y dos del Corán."

"Hermanos, con el apoyo de todos podemos tener paz en casa. Podremos tener todo el potencial de África para desarrollar África porque nuestra tierra es rica. Tenemos suficiente potencial humano y tenemos un gran mercado del Norte al Sur, del Este al Oeste. Tenemos capacidad intelectual suficiente para crear, o al menos para aprender la ciencia y la tecnología donde pueda ser aprendida."

"Señor presidente, presentemos un frente común contra la deuda, aquí en Adis Abeba. Asegurémonos de que esta conferencia decida limitar la carrera armamentística entre los países pobres y débiles. Los mazos y los cuchillos que compramos son inútiles. Asegurémonos que el mercado africano pertenezca a los africanos. Produzcamos en África, fabriquemos en África y consumamos en África. Produzcamos lo que necesitamos y consumamos lo que producimos en lugar de importar bienes."

"Burkina Faso ha venido aquí para mostraros nuestro algodón producido en Burkina Faso, tejido en Burkina Faso y cosido en Burkina Faso para vestir a nuestra gente. Yo, junto con mi delegación, estamos vestidos por nuestros sastres, nuestros granjeros. No hay ni un solo hilo que venga de Europa o de América. No estoy haciendo un desfile de modas aquí, sino simplemente me gustaría decir que debemos aceptar vivir a la manera africana; es la única manera de vivir en libertad y con dignidad. Gracias Señor Presidente. Patria o Muerte, Venceremos!”


Campaoré detrás de Sankara
El rumbo de la revolución

Es 1986, el inicio del tercer año de la Revolución. La situación nacional se está deteriorando, aún sin comprometerse.

Sankara quiere luchar hasta el final contra los enemigos dentro de su propio país. Miembros del antiguo gobierno son juzgados por corrupción y malversación de fondos en el TRP, el Tribunal Revolucionario Popular creado en 1983.

Estos tribunales alarman a las clases altas, incluso teniendo las sentencias leves. Siendo lo peor que el culpable tuviera que disculparse en público en la radio y la televisión, lo que significaba una deshonra total.

El periodista Edouard Ouedraogo analiza: “Ya que el llamado sistema neo-colonial debía ser destruido un buen número de personas, funcionarios públicos, personal de la armada y magistrados fueron despedidos. Debíamos crear un nuevo Estado conforme con la nueva ética de la revolución.”

Jonas Sawadogo agrega que ”bajo el régimen revolucionario, una de las tendencias posibles para un trabajador era la suspensión. Esto significaba que tenías que trabajar gratis para el bien común, o eras simplemente expulsado del trabajo público.”

Los Tribunales Revolucionarios Populares no respetaban los derechos individuales en la medida en que el derecho de defensa no estaba garantizado ya que no te podía representar un abogado. En segundo lugar, y esto es aún peor, estaba lo que se llama la inversión de la carga de la prueba. Esto significaba que estaba en manos del defendido probar su inocencia; no de la acusación probar la culpabilidad del defendido.

En cada rincón del país, en aldeas, escuelas y comercios la gente aplica la justicia revolucionaria a su manera. Aquellos que no trabajan suficientemente duro, o se cree que van en contra de la revolución son procesados. La discriminación arbitraria se extiende. Algunos crean sus propios tribunales para resolver problemas personales.

Jonas Sawadogo describe su participación en la revolución: “Establecimos los Tribunales Revolucionarios Populares en la universidad para juzgar a aquellos que iban en contra de los ideales revolucionarios. Muchos de nuestros camaradas fueron juzgados en la universidad."

"Denunciamos a nuestro director, un profesor de francés, y a otros profesores. Y siempre fuimos escuchados. Pero tuvimos que hacer algunos ajustes porque con la revolución en el aire no podíamos ser imparciales”.

La revolución alcanza sus límites. Como los sindicatos y los partidos de oposición estaban prohibidos, algunos profesores se juntan y organizan una huelga.
En concordancia con su propio modelo político, Sankara no hace concesiones y destituye a los huelguistas.

Por otro lado, el maestro de escuela Dragoss Ouedraogo cuenta su experiencia dentro del ámbito docente: “Una de las primeras huelgas que fueron reprimidas fue la huelga de los profesores. Como resultado alrededor de 1200 a 1400 profesores de escuela primaria fueron destituidos. En un país donde el número de profesores es muy limitado, en vistas de las necesidades, de repente 1400 profesores estaban fuera de juego."

"Recuerdo que para sustituirlos reclutamos personas a las que llamábamos profesores revolucionarios. Así, cualquiera que quisiese enseñar era aceptado y recibía un entrenamiento de 10 días para convertirse en un profesor revolucionario.”

Jonas Sawadogo detalla el momento de definición de la postura revolucionaria: “Nos pusimos de acuerdo. O apoyabas la revolución o estabas en contra de esta. Si la apoyabas, no tenías derecho a ir a huelga. Teníamos asambleas generales donde podías dar tu opinión. Si hacías huelga significaba que estabas en contra de la revolución, por lo que eras reprimido, con lo que estábamos de acuerdo.”

Jóvenes graduados sin experiencia laboral sustituyen a los profesores; el resultado es desastroso. Aún así, desde que llegó al poder, Sankara siempre ha querido educar  a su pueblo.

Hay personas bastante contentas por recibir entrenamiento militar. El objetivo es establecer los Comité de Defensa Revolucionarios.
Se hizo para canalizar todo este entusiasmo popular y para facilitar la participación de la población en la creación de la revolución.

Gervais Ouedraogo, estudiante durante la revolución: “Tan pronto como empezabas el entrenamiento militar eras asignado a tareas de seguridad, lo que implicaba llevar armas, un Kalashnikov  y uniforme militar. Todo el mundo conoce el éxito que tuvo la película de Rambo en África durante los años ´80. Mucha gente se unió al RDC solamente para parecerse a él: Rambo, el asesino, el gran exterminador.”

Pierre Ouedraogo describe la forma de reclutamiento: “Muchas personas acabaron encabezando un Comité de Defensa Revolucionario sin estar nada preparados. A veces la gente simplemente se presentaba para enrolarse, así que tenías gente que no venía de ningún sitio que se hicieron responsables.
A veces esto se les subía a la cabeza y cometían muchos errores que ellos mismos hubiesen criticado si no fuese porque formaban parte del comité. Eran errores de la juventud y creo que fueron inevitables.”

La gente comienza a hartarse de la revolución. Aprovechándose de algo, por razones de seguridad, los Comité de Defensa Revolucionarios  se sobrepasan. Sankara ve a su revolución ir a la deriva. Es acusado de no saber delegar.

Consciente de esta situación Sankara intenta maniobrar para retomar el curso:

“En algunos casos tengo que decir, especialmente cuando había toque de queda, hubo camaradas que resolvieron disputas de otro tipo. Camaradas que, por formar parte de la seguridad del CDR, llevaban un arma grande, o una escopeta; y cuando el toque de queda estaba establecido a las 7pm, se presentaban en la casa de una mujer a las 7 menos 10 y le decían a los demás candidatos: ‘Es hora de irse… es hora de irse, si no seréis encarcelados’, es por esto que algunos han pedido que el toque de queda se mantenga, para que los hombres no puedan ir más allá. Así que levantaremos el toque de queda por el bien de la igualdad. Y aquellos que no sean capaces de triunfar… fracasarán!”



Sankara junto a François Mitterrand
Relaciones peligrosas

Al final de 1986, Sankara da la bienvenida a Mitterrand en Ouagadougu y se va involucrando cada vez más en la política internacional. Se convierte en una amenaza real para la política neocolonialista impuesta en el oeste francoparlante de África.

El clima es explosivo. Francia acaba de dar la bienvenida a Pieter Botha, presidente de Sudáfrica que se niega a eliminar el apartheid de su país.

En conferencia de prensa, con el presidente de Francia a su lado, Sankara declara abiertamente: “Asesinos tales como Pieter Botha han tenido derecho a viajar por la bella Francia. Y la han ensuciado con sus manos y pies ensangrentados. Todos aquellos que le han permitido actuar de la manera que lo hicieron, tendrán responsabilidad por ello, aquí y en cualquier sitio, ahora y siempre.”

François Mitterrand responde: “Pienso de la misma manera. Él da su opinión y lo mismo hago yo. Y creo que la claridad de sus opiniones son una señal de su juventud y de su compromiso total con su pueblo, y yo admiro esas grandes cualidades. Pero es muy brusco, va muy lejos. Es mi opinión, espero que me deje hablar desde mi experiencia.”

La relación entre Sankara y Francia irá peor. Tras las elecciones parlamentarias de 1986 en Francia, el presidente Mitterrand debe compartir el poder con partidos de derecha. Jacques Chirac, el nuevo presidente electo, rehabilita a Jacques Foccart, conocido como Mr. África bajo la presidencia de De Gaulle y famoso por sus ideas neocolonialistas.
Es una buena oportunidad para la derecha francesa de retomar las conexiones con los presidentes de la antigua red colonial y tomar la sartén por el mango en los asuntos africanos.

Félix Houphouet-Boigny, presidente de Costa de Marfil, en el momento que presenta su apoyo a la cooperación entre Francia y África, con la ayuda de la Red Foccart, ve la oportunidad de librarse de la revolución en Burkina Faso.

La periodista Marie Roger Biloa anticipa la traición: “La persona que estaba con el presidente Houphouet-Boigny era Blaise Compaoré. Estaba bastante claro de que se trataba de uno de los hombres del presidente. A él no le gustaba nada Sankara, ya que se convirtió en una persona imposible de controlar, en un país donde tenía muchos intereses.
Bueno, creía que los burkinabeses, que eran llamados voltaltenses por aquel entonces, estaban allí para trabajar para la gente de Costa de Marfil. Por lo tanto, era una razón más para controlar la situación en Ouagadougu. Eligió a Blaise para ser su hombre allí. Incluso le presentó a su mujer actual, así que Blaise le debe mucho.”

Ya en el año 1987, Sankara no está respondiendo a un sector de la población que está cansado de tantos esfuerzos y restricciones, y anhela un régimen más liberal. Blaise Compaoré, todavía número dos del régimen, se aprovecha de este hastío. Con apoyo directo de Félix Houphouet-Boigny, e indirecto de los franceses, deshonra a Thomas Sankara.

El maestro de escuela Dragoss Ouedraogo define las facciones en conflicto: “Por aquel entonces, el régimen era ya bastante impopular, debilitado, y la discordia estaba creciendo desde adentro. Había diferentes bandos dentro del régimen. Básicamente, para resumir, estaban aquellos que apoyaban a Thomas Sankara y aquellos que apoyaban a Blaise Compaoré, que de hecho tenía el poder del ejército.

El círculo de amigos de Thomas Sankara va empequeñeciendo. Según el Capitán Boukari Kabore, uno de sus últimos y más leales partidarios de Sankara, Blaise Compaoré se está impacientando y quiere verse en el poder.

“Le pedí personalmente a Thomas su permiso para poner las cosas en orden, lo que significaba arrestar a Blaise Compaoré, ya que este estaba planeando su asesinato. Y me dijo: ‘No, no se puede traicionar la amistad’. Yo le dije: ‘Pero ya no es amigo, planear un asesinato no puede estar bien’. Y dijo: ‘No está bien, pero no depende de nosotros traicionar, sino de ellos’.”



Hon Capitán Thomas Sankara
La soledad del caminante de largas distancias

- Me veo como un ciclista subiendo una pendiente pronunciada con precipicios a los lados. No tiene otra opción aparte de pedalear, sino caerá. Así, que para seguir fiel a mí mismo, tengo que seguir por el mismo camino.
¿Te sientes aislado en África?
- Incomprendido
- Incomprendido, no gustado?
- No gustado, sí.

Reviviendo los últimos momentos compartidos con Thomas Sankara, el periodista especializado Jean Ziegler recuerda: “Hablamos sobre el Che Guevara. Y dijo: ‘Mira, el 8 de octubre es el 20 aniversario del asesinato del Che Guevara’. Hablamos toda la noche sobre el Che y la conmemoración. Y de repente, y tengo un recuerdo muy vívido de esto, me miró y me dijo: ‘Murió a los 39. ¿Llegaré yo a los 39 como el Che?’. Después seguimos hablando. Tuvo una premonición, murió antes de cumplir los 39”.

El 16 de octubre de 1987 la Televisión francesa anuncia en sus noticieros: “África ha sido sacudida por un nuevo golpe militar. Thomas Sankara, antiguo presidente de Burkina Faso, ha sido asesinado durante el ataque al palacio presidencial. Thomas Sankara no era un presidente como los demás…”

El 15 de octubre de 1987, Thomas Sankara es sorprendido en una reunión junto a una docena de colaboradores. Miembros de la guardia personal de Blaise Compaoré entran y abren fuego. El cuerpo de Sankara es cortado en pedazos y enterrado por la noche, con prisa...

Thomas sabía muy bien que tenía que morir, y creo que aceptó el suicidio porque de alguna manera esto demostraba su grandeza. Y estoy aquí para decir que fue un gran hombre. Aquellos que lucharon contra él no le pueden quitar eso. Porque un hombre que acepta morir para convertirse en un gran hombre tiene que ser apreciado por su valor”, concluye el Capitán Boukari Kabore

El periodista Abdoulaye Diallo describe el impacto en la gente del asesinato de Sankara: “Un periodista francés de AFP estaba en Yaoundé y dijo que era la primera vez en su vida que vio gente llorando a corazón abierto en las calles. Pasabas a través de cientos y cientos de personas llorando por las calles. Cuando les preguntabas el por qué, decían que se acababan de enterar de la muerte de Sankara. Así que no fue sólo en Burkina Faso, fue en toda África…”

La mañana siguiente del asesinato, Blaise Compaoré se nombra a si mismo presidente. Frente a la prensa internacional intenta eximirse de la muerte de su mejor amigo.
- ¿Se lamenta de algo?
- De haber perdido un amigo, por supuesto. Y lamento saber que pensó en librarse de nosotros. Es una pena.

Las palabras de JJ Rawling reflotan en la atmósfera: “recuerdo que eran muy buenos amigos, Thomas Sankara y Blaise."

Pero Blaise Compaoré sigue inmune a la emoción vivida a lo largo del continente. Establece lo que llama la rectificación de la revolución, haciendo creer a la gente que está continuando con las ideas de Sankara. La verdad es que está llevando a su país a la antigua política de cooperación colonialista. Los gobiernos de Francia y Costa de Marfil le felicitan.

La reputación de Sankara es destruida, es acusado de haberse enriquecido durante su mandato. Su familia es acosada y su casa es registrada en vano. Sólo las pocas pertenencias personales que había en su cuarto de estudiante quedaron con su familia. Los documentos oficiales han desaparecido. Todas las huellas de su presencia en el poder han sido sistemáticamente destruidas.

En el recuerdo póstumo todos los testimonios coinciden:


“En cierto modo, los grandes hombres iluminan a la gente, los iluminan incluso después de haberse ido, y diría que incluso después de haber muerto; porque es cuando pierdes algo cuando te das cuenta de todo su valor.”

“Es una figura importante para todo el continente africano; que ha continuado siendo un ejemplo por su coraje, su integridad, su creatividad y por su rechazo del afro-pesimismo.”

Sankara se ha convertido en una referencia moral y espiritual para todos nosotros”.



Fuentes:
Película documental: Thomas Sankara - La revolución asesinada

Sitio Web biográfico: Thomas Sankara
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