Kenya cerraría el campamento de refugiados de DadaabLo anunció el gobierno de Kenya el pasado fin de semana.
El campamento está localizado cerca de la frontera con Somalia, debe cerrar en un plazo de tres meses y que los 350.000 refugiados que viven en él deben ser enviados de regreso a su país.
La decisión fue consecuencia del ataque a la Universidad de Garissa cometido el 2 de abril por el grupo extremista somalí Al Shabab, que dejó cerca de 150 muertos y decenas de heridos.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) expresó gran consternación ante el atentado, pero ha recordado a las autoridades kenianas que las personas que viven en Dadaab también han sido víctimas de la violencia y el extremismo, y las ha urgido a reconsiderar la medida.
La portavoz en Ginebra de ACNUR, Karin de Gruijl, encomió la generosidad de Kenya, que durante más de dos décadas ha albergado y protegido a los refugiados somalíes, pero también recordó las obligaciones del país según las leyes internacionales.
"Estamos preocupados porque el cierre del campamento de Dadaab y el regreso forzado de los refugiados a Somalia tendría consecuencias muy graves humanitarias y prácticas. Además, violaría las obligaciones internacionales de Kenya. Estamos en contacto con las autoridades, las urgimos a reconsiderar la medida y les ofrecimos aumentar nuestro apoyo para reforzar el cumplimiento de las leyes en Dadaab", dijo de Gruijl en entrevista con Radio ONU.
La portavoz añadió que el personal de ACNUR también está listo para respaldar nuevas medidas que protejan tanto a los refugiados como a los kenianos de la posible intrusión de actores armados provenientes de fuera del país.
Fuente: Radio ONU
