10 de octubre de 1963 |
El miércoles 1ero de octubre, uno de los pocos emperadores que todavía hay en el mundo moderno, Haile Selassie, Emperador de Etiopía, ingresó al Salón de Cardenales en el Edificio Healy para recibir un diploma honorario como parte de las celebraciones del 175° aniversario.
Aproximadamente 400 estudiantes se alinearon en círculo alrededor de la estatua del fundador John Carroll, esperando la llegada de Su Majestad. El Emperador llegó a las 3:45 pm y fue saludado en las escalinatas del Healy por el Reverendo Edward B. Bunn, Reverendo Lucien Matté, presidente de la Universidad de Sudbury, y el Reverendo George Dunne.
Luego de que el Glee Club cantó el Himno Nacional y el Alma Mater, el Emperador fue escoltado hasta el Salón de Cardenales, iría a recibir el Doctorado honorario en Humanidades.
Se defendió solo
La ceremonia comenzó con un discurso del Padre Bunn, que señaló el grado de cualidades. Etiopía, dijo, es el país más antiguo de la Cristiandad, y su gobernante ha defendido solo su libertad cuando fue “…privado de toda asistencia terrenal, dependiendo únicamente de la Trinidad.”
Luego de que el Padre Sellinger leyó la Carta de Georgetown, el Padre Lucien Matté se dirigió a Su Majestad en francés. El Padre Matté, un amigo personal del Emperador y ex presidente de la universidad nacional de Etiopía, eligió mencionar los grandes avances sociales y económicos en beneficio del pueblo de su nación. Inmediatamente después, el Reverendo Gerald Campbell, Vicepresidente Ejecutivo de la Universidad, leyó la mención del diploma.
Luego de que Su Majestad recibió los honores de un Doctor en Humanidades, se dirigió a la asamblea en amárico. Primero agradeció a Georgetown –“este gran centro de aprendizaje”- por el honor a él conferido. Luego mencionó el rol vital de la educación en naciones subdesarrolladas y destacó la contribución de Georgetown a los Cuerpos de Paz. Finalmente expresó su profundo aprecio por haber recibido “…un diploma honorario de sus amigos.”