domingo, 18 de enero de 2015

Vivir por algo

Vivir por algo
por Marcus Garvey


La vida es una importante función que fue concedida para el propósito de la expresión.

La flor lo hace a través de la belleza de su floración, la vid por medio de sus complejos laberintos que determinan su propia y peculiar naturaleza, los árboles en sus relucientes hojas verdes, sacudiendo sus ramas y a veces llevando frutos, la alondra se expresa en su risa y su canto, el río en su tranquilo zigzagueo hacia el mar y el hombre se enuncia así mismo de acuerdo a las visiones idealistas de su naturaleza. Hay un objetivo para cada vida. Que la tuya halle su objetivo y lo exprese plenamente.

El hombre debe tener un propósito, el cual debe mantenerlo en la mira, con la esperanza de alcanzarlo en la más plena satisfacción para sí mismo. De modo que no seas dado a la aventura, ni vayas a la deriva flotando con la corriente que no te lleva a tu camino. Para encontrar tu propósito debes buscar dentro de ti y, con el conocimiento de lo que es bueno y lo que es malo, elegir un curso e ir avanzando hacia el particular objetivo de tu sueño o deseo.

Nunca entres a la jornada de la vida sin un programa, pues aun tan inexperto como seas eres capaz de asumir un programa. Ningún barco llega a puerto sin tener un destino positivo de antemano, de otra manera vagaría en el poderoso océano y sería tomado por la corriente o los malos vientos que soplan. El capitán sensato va a la mar con un mapa que le indique su curso, para así llegar a su puerto a salvo. Tu programa es tu mapa a través de la vida. Todo lo que hagas, que sea siguiendo un método, nada pasa continuamente o repentinamente por suerte.

Puedes lograr algo por accidente, pero es principalmente porque ese accidente fue el método correcto para lograr eso en particular, y pasó que le diste al método correcto por suerte. Pero probando suerte de esa manera una segunda vez puede llevarte al fracaso, como ocurre generalmente. Seguir el método correcto te dará los mismos resultados todo el tiempo. Por consiguiente, has de tu vida una metódica. Levántate a cierta hora, trabaja hasta determinado tiempo y retírate a la misma hora. Haz todo a tiempo de manera que tu entero sistema sea metódico. Si tienes algo que hacer, y debe ser hecho, hazlo con el método o sistema correcto para conseguir los mejores resultados. Primero estúdialo, después ve a hacerlo. Si vale la pena hacer algo, vale la pena hacerlo bien.

Cuan penoso es ver a un hombre vivir sin un plan, sin saber cómo usará sus días y sus mañanas. Si lo sigues lo suficiente lo hallarás cayendo en el hoyo del fracaso, a causa de que ha andado sin un programa. Observa a otro hombre, el cual ha mantenido su método, y mira como va de un paso al siguiente con éxito. Si tú tienes un programa, sabrás lo que sigue. Si tú no tienes ninguno tendrás que improvisarlo y entonces será demasiado tarde para hacerlo correctamente, y así fracasarás.

Si pretendes estar a 5 mil millas para diciembre y eso cuesta $500, para evitar estar desilusionado en el último momento, comienza a planear desde enero tu viaje y realiza los arreglos para ello, de modo que cuando el tiempo venga estés listo. Haz de esto una práctica para todo, no esperes hasta que el tiempo llegue. ¡Piensa por adelantado!

Siempre intenta mirar más allá del presente, recordando tus experiencias pasadas cuando estés mirando el futuro que te espera. Analízalo, arréglalo para que se ajuste a tus necesidades, así cuando las cosas vengan a ti, tú estarás listo. No dejes que las cosas te lleguen repentinamente. El hombre que vive en el presente, preparándose para la posteridad, siempre disfrutará de un mejor mañana que aquel que no visualiza el futuro, sino que va sin prepararse. Contemplar el porvenir y prepararse para él es un digno objetivo. Siempre trata de mirar al futuro. Cometerás numerosos errores, podrás conseguir un estimado de lo que debía ser. Así cuando obtengas lo visionado, serás capaz de recibirlo con cierta satisfacción.

Vivir por algo no significa únicamente trabajar para ti mismo, sino también para tu familia, la gente cercana a ti y para tu raza. Si un padre vive por algo, debe ser capaz de contemplar a su hijo a través de ello, de manera de que lo que no ha logrado, su hijo pueda alcanzarlo. Como ejemplo, un padre trabajador vive con la esperanza de mejorar su condición social y económica, y conseguir una hermosa mansión en la colina, desde donde pueda observar lo que le rodea, los valles, las cañadas y las montañas, sin embargo, está trabajando en el valle, viviendo en una humilde casa. Él se hace viejo sin ver sus sueños realizados, pero mira a su hijo y dice “si yo no pude disfrutar de este mi deseo porque soy muy viejo, cuando el tiempo llegue, haré posible que mi hijo o mi nieto puedan vivir en la cima de esa colina”. ¡Eso es vivir en el futuro! Lo que es vivir por algo. Porque cuando el hombre viejo muera, el hijo heredera y cuando el hijo muera el nieto heredera. ¿Heredará qué? Aquello por lo que el abuelo vivió.

De modo que debe ser la política de todo Negro, vivir por algo para dejarlo a un hijo, o para un nieto, para que ellos puedan tener una vida un poco más fácil que la de sus padres. De esta manera es que las grandes y exitosas familias han venido al mundo y grandes razas también.

Ningún Negro debería estar sin un objetivo o sin propósitos en la vida. Siempre ten un propósito. Desperdiciar el tiempo en lo que no es esencial es estar sin propósitos. Jugar a los dados es estar sin propósitos, pues no se logra nada en el tiempo malgastado al jugar con ellos; ninguna gran fortuna es garantizada, ningún gran arte es logrado, ninguna estructura es construida, ya que es un juego de suerte. Sentarse o ir de un lugar a otro sin una ocupación es malgastar el tiempo, tiempo considerable que está pasando y en el cual nada está siendo registrado a manera de logros. Cuando alguien se fija una digna y determinada idea u ocupación, tal como, un ingeniero, un arquitecto, un constructor, un agricultor, un poeta o un maestro; él o ella están trabajando en algo que se puede convertir en resultados tangibles. Es desde recursos tangibles de donde se pueden hacer fortunas. Halla algo tangible que hacer, y ocupa tu tiempo en hacerlo bien. Es mejor que estés muerto a no tener un propósito en la vida.

Ella Wheeler Wilcox dice:

“Ten un propósito y ese propósito mantenlo en la mira,
Porque andando a la deriva como un barco sin timón,
No podrás nunca para ti ser verdadero”

El barco sin timón debe hundirse en la roca, ¿por qué ser tal barco? ¿por qué no navegar por la vida como el barco cuyo timón es perfecto? Sé un capitán con un mapa en la mano viendo su puerto mientras navega firme hacia adelante. Ve tu puerto, visualízalo, y cuando el tiempo venga, ancla en él.


Tomado del Libro: Marcus Garvey, Message to the People: The Course of African Philosophy, editado por Tony Martin, EUA, 1986.
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