26 de junio de 1936 |
Ginebra, 26 (H).- El Negus, apenas llegado a Ginebra, fue objeto de una mistificación.
Una organización semi-política y literaria, que ya fue autora de diversas bromas, tuvo la idea de hacer depositar por un falso Negus una corona de flores en el muro de la Reforma.
En un vehículo semejante al que empleó el emperador a su llegada a Ginebra, un ginebrino disfrazado de emperador y acompañado por varios seudos etíopes, penetró en el recinto en el que se levanta el muro, seguido por gran cantidad de público (...).
El falso Negus se inclinó gravemente frente a las estatuas de Calvino y Teodore Beza, depositó su ofrenda floral y luego se retiró tan dignamente como había entrado.
Publicado en el periódico diario La Nación, Buenos Aires, 26 de junio de 1936
Gentileza de la oficina del EABIC en Argentina