martes, 7 de julio de 2015

El presidente Ruiz Cortines recibió al Negus en México

El informador - 20 de junio de 1954
El presidente Ruiz Cortines recibió al Negus en México

Concurrió al aeropuerto a darle la bienvenida, junto con el Cuerpo Diplomático

México, DF, junio 19.- Una impresionante ceremonia constituyó la llegada del Emperador de Etiopía. Haile Selassie y el recibimiento hecho por el gobierno mexicano.

El avión especial privado que utiliza Selassie, de la Transworld Airlines, tocó tierra exactamente a las doce y veintidós minutos, encaminándose hacia el estacionamiento presidencial, donde se detuvo para dar paso a los visitantes, pisando tierra mexicana el Emperador unos minutos después.

La llegada del avión "Estrella de Etiopía" se adelantó a las previsiones que se habían hecho, pues primeramente se informó que el avión llegaría después de las trece horas, pero oportunamente se dio informe del cambio y desde las once de la mañana en el aeropuerto se instalaron cadetes del Colegio Militar y del Cuerpo de Guardias Presidenciales, para hacer los honores al visitante y al Presidente de la República, don Adolfo Ruiz Cortines, que estuvo a recibirlo.

El cuerpo diplomático en pleno estuvo también en el aeropuerto, así como la totalidad de los Ministros del Gabinete de Ruiz Cortines que se encuentran en México. Numerosos invitados y público estuvieron a presenciar la llegada del Emperador.

Desde el aeropuerto hasta el hotel donde se aloja el Emperador, se tendió una doble valla de soldados, que le rindieron honores a su paso, así como mucha gente que desde las aceras saludó y vitoreó al visitante. Frente a la plataforma de llegada del servicio internacional se hizo en el aeropuerto un adorno floral, en el que con flores se formó una leyenda diciendo "México os saluda", debajo de las banderas mexicana y etíope entrelazadas.

El Presidente de la República arribó al aeropuerto a las doce horas, acompañado por el Sub-Secretario de Relaciones Exteriores, el Secretario de Gobernación, el Sub-Secretario de la Presidencia, el Subjefe del Estado Mayor Presidencial y una representación del Poder Legislativo, a quienes se unió poco después el representante diplomático de Etiopía en México, así como el licenciado Isidro Fafela, que como representante de México ante la Sociedad de Naciones defendió el caso de Etiopía, cuando la invasión italiana.

Cuando tocó tierra el avión, una banda de música ejecutó el Himno Nacional y el etíope. En los momentos en que se abrió la puerta del avión, el Presidente de la República, acompañado de su esposa y de la señora Margarita Ureta de Castro Valle, que llevaba un ramo de flores, avanzó hasta medio camino de la escalinata del avión, y entonces el encargado de los negocios de Etiopía en México, Goytam Petros, avanzó con el Jefe del Ceremonial, licenciado Castro Valle, hasta el pie de la escalinata.


Allí recibieron al Emperador, que fue presentado por su representante diplomático a Castro Valle, quien a su vez avanzó con Selassie hasta donde se encontraba el Presidente de la República, a quien le hizo la presentación. Ambos Jefes de Estado se saludaron cambiando un apretón de manos, mientras una batería de artillería hacía veintiún disparos y los cadetes del Colegio Militar que son etíopes, avanzaron medio paso para hacer el saludo especial a su Emperador.

Ruiz Cortines le dijo: "El pueblo de México me ha comisionado para ser intérprete y exponer a usted los sentimientos de su amistad". El Emperador, a su vez, dijo: "Agradezco este recibimiento, que me ha conmovido, y expreso a usted los sentimientos de agradecimiento que siente mi pueblo para el de usted, por los lazos de amistad que los unen". Inmediatamente los Jefes de Estado recorrieron la valla de cadetes del Colegio Militar, a los que pasó revista el Emperador, que hizo un saludo militar al detenerse frente a la bandera mexicana.

A las doce cincuenta ambos Jefes de Estado abordaron el coche abierto del Presidente de la República para abandonar el aeropuerto, y se dirigieron hacia un hotel en la Avenida Juárez donde quedó alojado el Emperador. La ruta seguida fue la calzada del aeropuerto, la carretera México-Puebla, la avenida Francisco Morazán, Fray Servando Teresa de Mier, Veinte de Noviembre, Cinco de Mayo y la Avenida Juárez. En algunos momentos los aplausos fueron tan nutridos, que Ruiz Cortines y Selassie se pusieron de pie en el coche para saludar al pueblo.

Al llegar a su hotel y descender, el Emperador se despidió del Presidente de la República, que continuó su camino a Los Pinos.

Acompañan al Emperador, además de su hijo y su nieta, varios funcionarios de su gobierno, entre ellos el Ministro de Guerra.


Declaraciones del Emperador Selassie

México, DF, junio19.- "hoy más que nunca, las relaciones entre México y Etiopía son cordiales, y éstas se han venido afirmando desde hace veinte años, cuando la gallarda actitud de México en ocasión de la invasión de Etiopía por Italia", dijo esta noche el Emperador Haile Selassie, durante una conferencia de prensa que dictó en correctísimo francés. Agregó: "Esperamos robustecer aún más estas cordialísimas relaciones de amistad entre nuestros países".

Selassie recordó que México fue defensor invariable de Etiopía cuando la invasión italiana, y que se mantuvo firme en el seno de la Sociedad de Naciones. Luego explicó que precisamente su presencia en México es para agradecer la atención de nuestro pueblo, que siempre ha sido aliado de Etiopía.

Más adelante se refirió a las similitudes geográficas e históricas de México y su país; "pero México", agregó, "es superior a lo que he leído". Aseguró que en Etiopía no hay comunismo, y que los partidos políticos actúan con una sola única aspiración: servir a la Patria.

Informó que aun cuando su viaje es puramente de conocer este país y agradecer su amistad, platicará con el Presidente de la República, don Adolfo Ruiz Cortines, para buscar la forma de hacer más evidentes las relaciones económicas entre ambos países.

Una mujer representante de un periódico, le preguntó si en Etiopía, como aquí, la mujer tiene acceso a intervenir en la vida social, afirmando el Emperador que la mujer etíope tiene participación activa en la vida social, y agregó: "Yo heredé la corona de una mujer".

Alguno otro le preguntó su opinión sobre Guatemala, y dijo que él y su pueblo son amigos de la libertad, por lo que lamenta lo que sucede en ese país: "pero mi pueblo y yo seguiremos siendo amigos de Guatemala, ya que Etiopía es un país pacífico, enemigo de guerras y dedicado a la paz".

En otros aspectos de su charla, Selassie expuso que las Constituciones deben estar a tono con el correr del tiempo, y por eso existe el propósito de modificar la Carta Magna de su país, para que se encuentre de acuerdo con la realidad de estos tiempos.

Acompañaron al Monarca el encargado de los negocios de Etiopía en México y el Director del Ceremonial de la Secretaría de Relaciones.

Portada del periódico El informador
20 de junio de 1954
Después de charlar con los reporteros, Selassie concedió una entrevista a la radio y otra a una estación televisora, aprovechando ambas para enviar un saludo al pueblo mexicano.

Mañana, a las diez de la mañana, el Emperador depositará una ofrenda en la Columna de la Independencia y otra en el Monumento a los Niños Héroes, luego irá a una fiesta charra y por la tarde a los toros; al concluir la corrida irá a Cuernavaca, donde pasará la noche para retornar el lunes directamente a la Ciudad Universitaria, siendo recibido por el Rector.


Selassie visitó Los Pinos

México, DF, junio 19.- Esta tarde en Los Pinos, a las dieciocho horas, fue recibido en visita de cortesía el Emperador de Etiopía, quien estuvo acompañado de su nieta la Princesa Sable Deste y su hijo el Príncipe Sahle Selassie, así como por miembros que forman su comitiva oficial.

En la residencia presidencial, don Adolfo Ruiz Cortines y su esposa ofrecieron una recepción al Emperador, a quienes acompañaron el Sub-Secretario de Relaciones, el Secretario de la Presidencia y el Jefe del Ceremonial de la Secretaria de Relaciones Exteriores. La visita duró una media hora y tuvo carácter enteramente privado.


Publicado en el periódico diario El informador, Guadalajara, 20 de junio de 1954